Consulta aquí la entrevista con Dani Viqueira, director de «Limbo»
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“Limbo” nos relata la historia de un crimen, de un padre de familia que, poniendo fin a las vidas de su mujer y su hija, marca el inicio de su tormento: perseguido por las sombras de la culpa, se verá obligado a enfrentarse a sus demonios y a lidiar con los ecos de su conciencia, que parecen infinitos y nos sumergen en un estado de inquietud, horror, intriga y desconcierto crecientes.
El guionista y director Dani Viqueira (Coruña, 1983) demuestra en su primer cortometraje una intuición y unas habilidades sorprendentes a la hora de guiar tanto al actor protagonista, Xosé Eirín (“Néboa”, “Vivir sin permiso”), como a sus compañeras, Paula Morado y Rita Aneiros, en sus respectivos papeles de mujer e hija del homicida. A pesar de que los personajes no están excesivamente definidos, cada mirada, cada gesto y cada expresión de los actores esconde detrás toda una historia, un significado y una estremecedora profundidad.
En esencia, este cortometraje es un siniestro recorrido a través de las sensaciones y emociones que preceden al crimen: la culpa, la soledad, la incomunicación, la angustia o el arrepentimiento, en un bucle que se repite una y otra vez y del que parece que no hay escapatoria, como si de una eterna condena se tratase. Desde el minuto cero al quince, Viqueira y su equipo consiguen mantener el interés y el ritmo, aumentar progresivamente la tensión dramática y hacernos entrar en la locura y la confusión del protagonista mientras este intenta, sin éxito, limpiarse las manos de sangre y redimirse de sus pecados. “Limbo” arrastra al espectador hasta ese punto en el que ya no sabe dónde está ni qué está pasando; solo quiere, al igual que el personaje, despertar de la pesadilla.
Lo interesante de esta pieza audiovisual es que, más allá del horror que evoca, encierra una poderosa crítica social relativa a la violencia doméstica. El director y guionista sugiere que el “limbo” en el que yace el protagonista es solo uno de tantos “limbos” en los que paralelamente muchos otros individuos se encuentran tras provocar episodios de violencia similares. Así, invita a la reflexión y nos recuerda que estas situaciones no han dejado ni dejan de repetirse, quizá más cerca y con más frecuencia de lo que creemos.
Además de contar con una dirección, un guion y un trabajo interpretativo excelentes, “Limbo” ha reunido a todo un equipo de profesionales que ha logrado poner al servicio del relato -y de la mejor manera posible- cada elemento artístico, estético y sonoro. Destaca la labor de Suso López como jefe de producción (productor también de la película “Dhogs”, estrenada en 2017), así como la música original, compuesta por Germán Díaz, y el diseño sonoro, obra de David Machado (ganador del Goya al mejor sonido en 2016 por la película “El Desconocido”), que son claves para apoyar la historia y crear la atmósfera que este género exige.
La estética, costumbrista a la par que oscura y fría, está asimismo muy conseguida gracias a los juegos de luces y sombras y a la variedad de planos escogidos, de lo cual es responsable Lucía C. Pan como directora de fotografía (desmpeñó este mismo cargo en el cortometraje “Matria” de Álvaro Gago, que ganó el premio del jurado en Sundance 2018). El maquillaje de efectos especiales y la caracterización de Gorka Aguirre (Goya al mejor maquillaje en 2018 por la película “Handia”), alcanzan un realismo que contribuye a la credibilidad y a la excelente calidad del cortometraje.
Como influencias destacadas del cine de terror, Viqueira destaca la saga “Evil Dead” (1987-2017), “Pesadilla en Elm Street” (1984, 2010) y “El cabo del miedo” (1991) y, dentro del mundo del cortometraje, le inspira “La Ruta Natural” (2004), de los hermanos Pastor.
En definitiva, sobran motivos para aplaudir a “Limbo”, que ya ha sido nominado en 140 festivales del mundo y galardonado con más de 30 premios internacionales desde su estreno en 2018. Actualmente, además, está nominado al Méliès d’Or al mejor cortometraje fantástico Europeo en 2020 y calificado para los Premios Goya 2021. Su creador, Dani Viqueira, viene pisando fuerte y parece dispuesto a seguir experimentando con el género de terror para sacarle el máximo partido, darle aún más visibilidad y reivindicar su valor en el sector. El estreno de “La penumbra”, su segundo cortometraje como director, está previsto para este mismo año.
Por Alba Carrillo