Eva Saiz, directora de Mujer sin hijo
Eva Saiz (Madrid, 1995) es diplomada en Guion por la ECAM y trabaja como guionista en distintas productoras desarrollando proyectos de series para nuevas plataformas. “Mujer sin hijo” es su primer cortometraje como directora , y ha sido premiado en los festivales de Málaga, Medina del Campo, Alcine, Badajoz y Aguilar de Campoo, entre otros.
¿Qué se encontrarán los que mañana asistan a la emisión online del cortometraje?
Pues, la verdad, el trabajo de un grupete de amigos que, para bien y para mal, estaban empezando en esto y que hicieron un corto con mucho amor a la historia y al equipo.
Creo que es lo más honesto que se puede decir de ‘Mujer sin hijo’, que hubo mucho amor en él. Mucha ilusión por el simple hecho de hacerlo, porque hicimos lo que nos dio la gana, sin pensar en a dónde nos iba a llevar.
¿Cuánto tiempo tardó su realización, desde la idea original hasta su estreno?
Uf, pues mucho, por lo menos cinco años. La historia está inspirada en ‘Maternidad’ un relato de Óscar Esquivias que leí en el instituto cuando tenía dieciséis o diecisiete años. Dos años después yo estudiaba guion en la ECAM y este cuento me rondaba la cabeza, creo que entonces empecé a bocetar las primeras versiones de guión. Rodé el corto con veintitrés años así que imagínate si pasó el tiempo.
¿Qué fue lo más difícil en su creación?
Supongo que lo más difícil fue aceptarme a mí misma como directora. Yo tenía el guión escrito y guardado en un cajón. De vez en cuando le daba la turra a la gente para ver si alguien arrimaba su ascua a mi sardina sin demasiado éxito (o insistencia) hasta que Diego, uno de los productores, que conocía el proyecto desde el principio, de cuando éramos estudiantes de la ECAM, me achuchó para dirigir. Tardé unos años en hacer ese viaje de aceptación.
Fotograma de Mujer sin hijo, de Eva Saiz
Cuéntanos una anécdota del rodaje.
No es una anécdota como tal, pero todas las escenas en las que salen los vecinos están rodadas como un plano secuencia que luego no se montó como tal. Por un tema de racord de luz había que rodar sin cortes y fue bastante divertido ver a todos los departamentos sincronizándose para cambiar vestuarios, decorados, maquillajes y peinados. Los actores no eran actores, eran amigos, que entraban y salían de cuadro como podían. No nos salió bien ni una toma y cuando acabamos todos sabíamos que eso no nos iba a montar ni patrás. Pero nos reímos mogollón, que nos quiten lo bailao.
No es que queramos hablar de dinero pero… ¿se puede saber su presupuesto?
¡Pregúntale a los productores! Jajaja, entre 8.000 y 10.000 euros, no lo sé con exactitud.
Dinos una frase para convencernos de que no nos lo podemos perder.
SALE UN CULETE.
¿Dónde estabas y qué hacías cuando te enteraste de que el corto estaba nominado?
Estoy confinada en la que era la casa de mi abuela (donde rodamos el corto). Es una casa viejecita con bastantes peculiaridades, entre ellas, tiene un calentador que ofrece un total de cinco minutos de agua caliente y un plato de ducha minúsculo sin mampara ni cortinilla. Me enteré por un Whatsapp de Pablo Barce (el montador de ‘Mujer sin hijo’) mientras me duchaba con agua fría y a cuatro patas intentando no inundar el baño.
Si el cortometraje se lleva algún Fugaz, ¿cómo lo celebrarás?
Eso depende. Si ya no estamos confinados, emborrachándome con unas latillas en la calle con mis amigos. Si seguimos como ahora, emborrachándome con unas latillas sola en casa. Con mascarilla y guantes en cualquiera caso.
Cartel Mujer sin hijo
¿En qué cambiará la creación y el consumo cultural tras el COVID19?
Habrá que ir viendo. A corto plazo cambian muchas cosas, ahora hay mucho tiempo para pensar, pero muy poca calidad de pensamiento. Quiero decir, la situación es la que es, y es muy loca, obviamente eso se refleja en el proceso creativo habitual. Es difícil evadirse, liberar el coco para ponerse a currar y ser realmente productivo (y hablo de mi caso personal). Por otro lado, nos esperan unos meses de proyectos parados, pocos rodajes y rodajes raros, en los que no sólo el equipo técnico tendrá que tomar precauciones, sino que habrá guionistas sudando tinta pensando en secuencias que sean narrativas haciendo avanzar arcos, conflictos y tramas, pero que no exijan contacto físico. Es un pie forzado muy jodido, pobrecillos.
Mirando más a largo plazo, sinceramente, creo que acabaremos volviendo a lo mismo. Siento curiosidad por saber si después de este empacho que estamos viviendo la gente que ha estado dos meses confinada en su casa querrá ver ficciones de gente que se pasa dos meses confinada en su casa. A mí es que últimamente sólo me apetece ver Los Soprano.
Dinos algo positivo que crees que sacaremos, como sociedad, de toda esta experiencia.
No sé si es algo positivo, en mi caso particular me he dado cuenta de que estoy a gustito viviendo con muy poquito. Quiero decir, he descubierto una forma de vida que no pasa por la actividad constante y el estímulo. Ahora que tengo mucho tiempo me he reconciliado con el aburrimiento y he descubierto que me mola. Hace poco, justo antes del confinamiento, leí un libro ‘Mierda bonita’ de Pablo Gisbert. Hay una página en la que dice que el aburrimiento esconde el verdadero y ya extinguido ritmo natural del humano. Estar sin más. Mirar sin más. Caminar sin más. Y dice que de esta supuesta “pérdida de tiempo” nace la reflexión. Cuando leí esto (me acuerdo) iba en el metro, venía de currar, agobiada, y llegaba tarde a buscar a un amigo a la salida del trabajo, pensé: igual este tío tiene razón. Ahora, que llevo dos meses encerrada en casa mirando las grietas del techo, sé que ese tío tiene razón. El no hacer nada me lleva a la reflexión, al pensar (por pensar) en cosas en las que normalmente no pienso. Y, como dice él en el libro, “Las cosas avanzaron porque alguien, en su día, reflexionó”.
Un libro para tener en la mesita de noche
Yo tengo ‘El imitador de voces’ de Thomas Bernhard, pero nunca me lo leo porque siempre ando leyendo algún otro así que no sé si cuenta como respuesta.
Una película que te inspiró para hacer películas
‘Tú, yo y todos los demás’, de Miranda July.
Recomienda una serie para ver en una plataforma de streaming
La verdad que soy perezosa para ver series, pero hace poco vi ‘Kidding’, de Gondry, y me flipó. Creo que está en Movistar +.
Y por último, dinos cuál es uno de tus cortos favoritos
Misterio, de Chema García Ibarra.
Elige:
Palomitas o silencio en la sala
Las palomitas me suben mucho la tensión y me dan dolor de cabeza, pero me gusta el olor y tampoco soy una purista. Prefiero las palomitas al papel de ese caramelo que alguien tarda diez minutos en desenvolver.
Oscar o Goya
Goya
Buñuel o Berlanga
Berlanga <3
Saber y ganar o Pasapalabra
Jordi Hurtado.
Almodóvar o Amenábar
Almodóvar.
Escribir o dirigir
Ahora mismo dirigir, pero creo que es porque echo de menos a mucha gente.
Steven Spielberg o Martin Scorsese
Alice Rohrwacher o Greta Gerwig.
Esferificación liofilizada o potaje de la abuela
Después de buscarlo en Google, esferificación liofilizada.
Trump o Gila
Un término medio, AYUSO.
Patio de butacas o sofá y streaming
Patio de butacas, claro