“Carne” nos muestra cómo hemos tenido las mujeres que cumplir con estereotipos añadidos de cara a la sociedad. Este cortometraje de animación cuenta la historia de cinco mujeres, en apariencia, muy dispares entre sí: una niña con obesidad, otra que menstrua antes de tiempo, una cuarentona estéril, una trans negra o una bailarina anciana.
Esta pieza, dirigida por Camila Kater, pone en valor la inclusión femenina y la diversidad en todas sus formas. Como todos sabemos, la mujer ha sido discriminada a lo largo de toda la historia, ya que se nos ha encasillado con personalidades dulces, delicadas y calladas, o locas e histéricas. Este cortometraje viene a desmontar todo eso de una manera sutil, y sin juzgar nada, simplemente lo muestra y da voz a la diversidad femenina y a la realidad que vivimos cada día. Hay tantos tipos de mujeres como opiniones tiene cada una. Somos de muchas formas y todas son correctas. No hace falta opinar, sólo basta con observar y ver la realidad de lo que somos: también sudamos, tenemos pelos, engordamos o adelgazamos, tenemos imperfecciones y nos hacemos viejas, aunque nos obliguen a ocultarlo.
Los problemas se desatan cuando salimos de la norma, cuando rompemos esas imposiciones invisibles, pero que hacen mucho daño. Cuando queremos romper tabúes como la menopausia o la regla, puesto que a esta última le tenemos un enorme miedo y nos dicen que hay que llevarlo en secreto -no vaya a ser que los demás se enteren que sangramos por el coño y seguimos vivas-. En definitiva, este corto pone en tela de juicio muchos de los enigmas que nos asignan.
A lo largo del cortometraje, la voz en off de diferentes mujeres entrevistadas nos va relatando estas cinco historias. Todo mantiene un mismo tono y estética casi minimalista, esta se tiñe de rojo como símbolo de la carne y del tabú, algo muy acertado. A su vez, observamos siluetas con trazos claros y sencillos que distinguen a la perfección esa pluralidad antes mencionada. El ambiente es tenue, compuesto por una gama de tonos rojizos y rosáceos que hacen referencia a la sangre y a la carne, con un trasfondo gris.
Por otro lado, existe una mezcla de texturas creadas con: pintura, acuarela, stop motion, película de 35 mm y descomposición de imagen virtual. Da la sensación de estar viendo desde carbón sobre papel o arcilla hasta plastilina, para representar estas mujeres y sus entornos, lo que hace que el efecto visual sea más llamativo. Hay que puntualizar un momento del cortometraje donde se mezcla la animación con unos segundos de película clásica, lo que nos recuerda que no se trata de unos dibujos ficticios, sino que nos están contando una realidad.
En general el equipo técnico y creativo está compuesto por mujeres, lo que nos da una visión más visceral y nos llega un testimonio de primera mano. Me parece primordial dar visibilidad a proyectos de este calibre. Un trabajo muy limpio y exquisito.
Por Noelia Cuestas.