Suele ser habitual que los realizadores españoles tengan ideas ambiciosas que, por presupuesto o rentabilidad, no pueden llevarse a cabo. Sin embargo, muchos ven en el cortometraje una oportunidad para testar la acogida de la historia y sus personajes y decidirse a posteriori si realizar o no un largo. También es habitual el caso de aquellos que, por su éxito, deciden ampliar una obra que no pretendía ser de larga duración. Repasamos algunos cortos españoles convertidos en largometrajes.
Madre
El interesante y aclamado plano secuencia dirigido por Rodrigo Sorogoyen, que ganó cuatro Premios Fugaz en 2018 a mejor cortometraje, mejor dirección, mejor guión y mejor actriz -Marta Nieto-, ha tenido su secuela en formato largo. Tiene lugar diez años después del corto y, por fin, nos enteraremos de si madre e hijo se encuentran y de cómo es ese reencuentro. Un ejemplo excepcional de cómo dejar a la audiencia con el corazón en un puño en el corto y aliviar la incertidumbre, más adelante, con el largo.
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Las Rubias
Las avispadas rubias inspiradas en hechos reales de Carlota Pereda también quieren asaltar el formato largo. Según la propia directora, «cuando escribes, te encuentras con que ciertos personajes se quedan a vivir contigo para siempre», y la verdad es que estas granujas nos dejaron en el corto, rodado en 2016, con ganas de más. «La idea fue siempre hacer peli desde el inicio, pero no había dinero para hacerla», cuenta Pereda, que planea rodar el largometraje próximamente.
Carne de Neón (2011)
Paco Cabezas realizó en 2005 un cortometraje con temática muy callejera que, según él mismo, es una mezcla entre Mujeres al borde de un ataque de nervios y Reservoir dogs. Entre los personajes no faltan los yonquis, los matones y las prostitutas que, cinco años después, fueron llevados al largometraje homónimo, que mantuvo a parte del reparto del corto.
Cortometraje Carne de Neón, avisamos de que falta el final.
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AzulOscuroCasiNegro (2006)
La ópera prima de Sánchez Arévalo tuvo su origen en Física II, un cortometraje escrito para un máster de cine en la Universidad de Columbia y rodado en 2003. Tras ganar varios premios, su director apostó por el largometraje. La película retoma y ahonda en los personajes del corto, añade otros nuevos y continúa la historia de Jorge, ahora portero del edificio.
Corto Física II
El milagro de P. Tinto (1998)
Cuando Javier Fesser rodó El milagro de P. Tinto, confesó que era una plasmación de su segundo cortometraje, El Secdleto de la Tlompeta. El corto, rodado en 1995 y que fue muy aclamado en su día, cuenta con un registro absurdo y un humor que abunda en el surrealismo.
El título original del cortometraje es El Secdleto de la Tlompeta
La industria del cine español está plagada de ejemplos como los que hemos expuesto. Los cortometrajes ya son planteamientos interesantes en sí mismos, pero a veces las historias piden ser ampliadas y los directores, si perciben una buena acogida, no dudan en lanzarse a realizar el largometraje. Una razón más para apreciar la adaptabilidad y la libertad transformadora del formato corto.